Foto © Mark Schrope/EDF
La mañana del 19 de octubre de 2024, la tormenta tropical Óscar se deslizó desde el Atlántico Norte a unos tranquilos 65 km/h y se dirigió hacia las islas Turcas y Caicos. Basándose en los datos disponibles, los meteorólogos creían que era improbable que la pequeña tormenta causara daños importantes. Sin embargo, sólo tres horas después, la velocidad de los vientos de Oscar se había duplicado hasta alcanzar unos destructivos 130 kilómetros por hora, y la tormenta tropical era ahora, sin lugar a dudas, un huracán de categoría 1.
Catástrofe en Cuba
Esa tarde se emitieron alertas de huracán en las Bahamas y en toda Cuba. Pero justo un día antes, la red eléctrica de Cuba falló y sumió al país en un apagón. Sin Internet ni electricidad, no había forma de enviar alertas a los 11 millones de cubanos repartidos por toda la isla.
El huracán Oscar golpeó la costa de Cuba la noche del 20 de octubre. Las olas rompieron el dique e inundaron Baracoa, Imías y Maisí. Miles de viviendas quedaron destruidas en el este de Guantánamo. Las inundaciones, el viento y los corrimientos de tierra se abatieron sobre el tendido eléctrico, los campos de cultivo, las salinas y las instalaciones de almacenamiento de los principales productos de exportación de Cuba. El huracán causó la muerte de al menos ocho personas.
Aún no había terminado. El 21 de octubre, Oscar había virado de nuevo hacia las Bahamas.
La importancia de los datos
Afortunadamente, los vientos de Oscar se redujeron a 40 millas por hora en la noche del 21 de octubre. Los habitantes del sur de las Bahamas se refugiaron al paso de Oscar, que causó daños mínimos. Pero, ¿y si, en lugar de 13, hubiera miles de buques pesqueros en el Atlántico Norte y el Mar Caribe recopilando datos durante cada temporada de huracanes? ¿Y si el huracán Oscar se hubiera pronosticado con una semana de antelación, en lugar de un día?
El problema es que los datos oceánicos son caros e incompletos. Actualmente sólo se recogen en las profundidades marinas -lejos de las zonas de impacto de los huracanes- o mediante satélites, que no pudieron seguir con precisión el paso del huracán Oscar debido a su pequeño tamaño. Los meteorólogos necesitan más datos oceánicos, y rápido.
La Red de Observación Oceánica de Buques Pesqueros (FVON) ve la solución en los dos millones de buques pesqueros que navegan por las costas del mundo. Mediante la instalación de sensores en las artes de pesca, se pueden recoger continuamente datos oceánicos en las regiones propensas a los huracanes para mejorar las previsiones y salvar vidas. Este método no sólo es rentable, sino que también capacita a las comunidades para garantizar que los datos beneficien a su vida cotidiana.
Apenas dos meses antes de la llegada de Óscar, FVON trabajaba intensamente en las Bahamas. Los socios de FVON en Environmental Defense Fund y Red de Datos Oceanográficos se reunieron con pescadores locales para debatir cómo los datos oceánicos podían servir a las necesidades de las comunidades costeras: apoyando los medios de subsistencia de los pescadores, garantizando la seguridad alimentaria de sus familias y vecinos y, por supuesto, preparándose para huracanes cada vez más impredecibles ante el cambio climático.
La nueva red de FVON en las Bahamas ya ha cosechado sus primeros éxitos. Durante los dos últimos meses, los pescadores de 13 embarcaciones de siete islas han recogido datos oceánicos y los han enviado directamente al Centro Nacional de Huracanes (NHC). Centro Nacional de Huracanes (NHC) y al Laboratorio Oceanográfico y Meteorológico del Atlántico (AOML). Los datos son esenciales para predecir huracanes como Oscar.
La visión
FVON comenzó en 2022, y ya ha sido respaldado por las Naciones Unidas como una acción de la Década de las Naciones Unidas de Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible ('Decenio del Océano') y como red emergente del Sistema Mundial de Observación de los Océanos. Pescadores, gobiernos nacionales y organizaciones meteorológicas siguen reconociendo el potencial de FVON para alterar por completo el paradigma de la recopilación de datos oceánicos.
Como FVON utiliza buques ya existentes para sus sensores, puede generar datos oceánicos de bajo coste a un ritmo sin precedentes, en aguas poco profundas que históricamente han carecido de observación. Y a medida que FVON sigue madurando como organización, ha empezado a buscar nuevos mecanismos de financiación a través de industrias privadas, lo que permite desplegar sensores más rápido que nunca cuando el tiempo es lo más importante.
Para 2030, FVON prevé que decenas de miles de buques pesqueros estarán equipados con sensores y liderarán la recogida de datos oceánicos en todo el mundo, con notables mejoras en las previsiones de huracanes.
Manténgase al tanto de las actualizaciones de FVON visitando su sitio web o siguiendo @FVoceanON en X (antes Twitter), y considere hacer una donación a las siguientes organizaciones para apoyar los esfuerzos de recuperación en Cuba: